miércoles, 30 de noviembre de 2011
Mindfulness. Acepta y ten conciencia del momento Presente.
El término mindfulness no tiene una traducción exacta al español. Puede definirse como una atención y conciencia plena del momento presente. Es decir, se trata de centrarse de un modo activo y reflexivo en el aquí y el ahora, en contraposición a la fantasía o el soñar despierto.
Sin embargo, para entender del todo este término, es preciso tener en cuenta que no se trata de una reflexión valorativa, sino tan solo contemplativa. Se trata de observar sin juzgar, sin crítica ni rechazo, sin valoración alguna, sino aceptando la experiencia tal y como está aconteciendo.
El mindfulness es una filosofía de vida procedente del budismo Zen. Es el ideal Zen de vivir en el momento presente. Este concepto ha sido adoptado por las psicoterapias de última generación, como la terapia de aceptación y compromiso, la terapia de conducta dialéctica, o la psicoterapia analítica funcional.
Elementos principales del mindfulness
Centrarse en el momento presente .
Consiste en sentir las cosas tal y como están sucediendo, sin pretender ejercer ningún control sobre ellas. Es decir, la persona que usa esta técnica no se centra en un pensamiento para modificarlo, sino que se centra en un pensamiento, actividad, imagen mental, etc. en sí mismo, sin pretender cambiarlo ni hacerlo desaparecer. Eso ayuda a aceptar las experiencias tal y como son, sintiendo lo que sucede, sin huir, incluso aunque se trate de una emoción desagradable. Eso permite que lo que ha de suceder, suceda de un modo completo, dejando que cada experiencia sea vivida en su momento, en el presente.
Apertura a la experiencia y los hechos.
Consiste en centrarse en lo que se está viviendo, en vez de centrarse en las interpretaciones que pueden hacerse de dicha experiencia. La persona se centra en lo que siente y percibe, sin usar el lenguaje para interpretarlo o traducirlo, pues el lenguaje puede sustituir a lo real, lo hace uniforme y lo enmarca en cuadros predefinidos y estereotipados. Por tanto, la persona se limita a observar y sentir lo que aquello que observa le sugiere, dejando que unas sensaciones lleven a otras de un modo natural, sin ejercer control alguno.
Aceptación radical.
La experiencia se acepta tal y como es, tanto si es positiva como si es negativa, tanto si es agradable como si resulta desagradable, aceptando las experiencias como naturales, como un observador que abriera tu mente y observara lo que en ella hay, sin valorar ni juzgar, sin decir "esto está bien" "esto está mal, "esto es horrible", "esto es maravillo", "esto es sucio"... Se acepta tanto la experiencia como las reacciones a ellas, considerándolas naturales y normales. Así pues, las emociones negativas se ven como normales, no como algo horrible de lo que hay que huir, sino como parte de una experiencia humana que es necesario vivir.
Elección de las experiencias.
Las personas eligen con qué experiencias quieren usar esta técnica, es decir, eligen en qué desean centrarse. Una vez que han elegido la situación, han de vivirla tal y como es, aceptando todo lo que acontezca (las emociones, ideas, imágenes mentales, deseos, etc. que surjan durante la experiencia).
Renunciar al control .
La aceptación implica renunciar al control. En vez de tratar de controlar las reacciones (como llanto, etc.) o emociones, debe experimentarlas tal y como se producen. Es decir, el objetivo no es reducir (controlar) el malestar (ira, tristeza, culpa, miedo...) sino experimentarlos tal y como aparecen.
Así pues, las técnicas de mindfulness pretenden lograr que la persona se deje llevar por sus sensaciones y emociones, dejando que actúen de forma natural. Esto permite que determinadas emociones, cambios fisiológicos, etc. que operan de forma autónoma se regulen de acuerdo con sus propios sistemas naturales de autorregulación. Cuando se intenta bloquear o controlar las emociones, se alteran los mecanismos de autorregulación porque no se experimentan por completo, de forma que no se dispone de toda la información necesaria, porque cuando una persona intenta controlar o bloquear una emoción, deja de sentirla de un modo real y completo.
jueves, 22 de septiembre de 2011
Trazos de nuestra vida
Una vida, cualquier vida, se resume en una serie de acontecimientos especiales, de puntos y aparte. Puntos que, por más tiempo que pase, permanecen intactos en la memoria, aguantan hasta el mismo día que nos alcanza la muerte.
Si deseamos que aparezcan, basta en pararse a pensar lo que uno a hecho durante su vida (o en lo que no ha hecho) y la sucesión de esas imágenes, difusas en la mente, son el 'unir los puntos' de nuestra existencia.
No suelen ser hechos trascendentes, sino simples momentos tan insignificantes para cualquier otra persona como especiales para uno mismo: el primero "te quiero", la muerte de un ser querido, la frontera que traza el primer "usted", el temblor de pierna incontrolable tras un accidente, las noches pasadas en un hospital prometiendo cosas a un dios que después olvidas, el primer beso en los labios o el primer beso en la boca (nunca es lo mismo), la peor discusión con tu mejor amigo, ver salir el sol, la cicatriz más grande de tu cuerpo, las noches en casa de los abuelos, descubrir que una pesadilla ha sido un pesadilla o la primera vez que comprendes que siempre que alguien quiere comprar a alguien que, al final, vende.
martes, 31 de mayo de 2011
Si no tengo pareja... ¿es un fracaso?
Todos conocemos a personas que muestran un malestar derivado de esta situación: no tener pareja. Ocurre como un hecho puntual tras una ruptura, o bien como una circunstancia mantenida en el tiempo, siendo la soltería un estado con el que con mayor o menor agrado cada uno se identifica. Dicen las estadísticas que el once por ciento de la población española vive sola.
No tener pareja es una opción que en ocasiones es elegida y en otras no. Las circunstancias personales y la manera de ser de cada uno favorecen el resultado final, por eso se pueden los siguientes casos:
- Los que prefieren no comprometerse con una pareja pueden enlazar relaciones no duraderas pero sí satisfactorias. Su estado emocional dependerá normalmente de tener una buena red social (amigos) y una buena planificación de objetivos y actividades.
- Los que se han acostumbrado a su intimidad y les cuesta dejar que otro interrumpa su cotidianidad, en ocasiones por los horarios profesionales, frecuentes viajes…
- Los que por su timidez les cuesta conocer a alguien e intimar lo suficiente como para dar pie para que surja una relación de convivencia. Si no se realizan actividades que nos acerquen a otras personas es complicado despertar la atracción.
- Los que eligen mal, quizás por necesidad, quizás por la ilusión inicial, quizás por amoldarse al otro como forma de darle una oportunidad, pero el tiempo acaba mostrando la incompatibilidad entre ambos.
- Los que tienen algún tipo de enfermedad que restringe sus movimientos o aquellos que padecen trastornos psiquiátricos de diferente gravedad. La capacidad de relacionarse es baja y por tanto la probabilidad de encontrar pareja también lo es.
Centrémonos en algunos consejos para hacer frente a estas circunstancias de vida cuando se viven con malestar:
- Es importante sentirse bien con uno mismo para sentirnos cómodos con los demás. Hay que plantearse aficiones, retomar o empezar actividades que nos resulten agradables. Si no las encontramos, sería bueno aventurarse e intentar probar alguna que aunque luego no nos guste… quizás acabemos dando con la que más o menos nos llene. Cualquiera vale: clases de tenis, ajedrez, senderismo, gimnasio, talleres de literatura, curso de cata de vinos, una ONG o el cada vez más utilizado internet.
- Debemos cuestionarnos algunos miedos e inseguridades, ¿es tan malo irse solo al cine a ver una peli, a un museo, a una exposición o a dar un paseo por un parque?
- Cuantos más apoyos sociales seamos capaces de generar mejor nos sentiremos, es un factor protector muy importante a la hora de ser capaz de disfrutar de la soltería y también de la convivencia en pareja.
- Cuidado con dejarnos llevar por la autocompasión, es poco probable que consigamos sentirnos mejor.
- Cuidado con analizar a todo el mundo como una posible pareja. Si hacemos esto es más fácil desilusionarse porque es difícil encontrar a alguien “perfecto” desde un primer momento
lunes, 23 de mayo de 2011
domingo, 22 de mayo de 2011
¿QUE ES EL AMOR?
El amor es uno de los conceptos abstractos que más ha dado de que hablar a lo largo de nuestra historia. Poetas, escritores, filósofos, músicos y como no, el ciudadano de a pie, se han preguntado más de una vez que es el amor. La intensidad de las emociones generadas por este “fenómeno”(sobre todo cuando no se ve correspondido) lleva a muchas personas a demandar atención psicológica.
![]() |
“Cuando nos vimos por primera vez no hicimos sino recordarnos. Aunque te parezca absurdo, yo he llorado cuando tuve conciencia, de mi amor hacia ti, por no haberte querido toda la vida” Antonio Machado
Una de las áreas más importantes de nuestras vida es la que concierne al “amor”. El terreno emocional, en lo que a relaciones íntimas se refiere, es un aspecto muy vulnerable y sensible en la mayoría de las personas. Casi todos creemos en la posibilidad de encontrar una persona con la que compartir nuestras alegrías, nuestras penas, tiempo de ocio, en definitiva, nuestra vida.
“El amor”, entendido desde el punto de vista de la pareja, supone un concepto bastante enigmático, que sin embargo, es fuente de muchas motivaciones y comportamientos no menos enigmáticos. Para tratar de encauzar este problema empezaremos por analizar que hay detrás del amor.
En primer lugar tenemos que destacar que la definición del amor es personal. Esto implica que las expectativas sobre nuestras parejas, como deben comportarse y nuestras emociones al respecto, son una interpretación personal de la situación. Cierto es, que existen algunas ideas y emociones sobre el amor que pueden ser comunes, pero el matiz personal que le damos en cada nueva relación las convierte en una fuente nueva de sentimientos y respuestas. La única pega, es saber si estas expectativas son objetivas y por tanto se ciñen a la realidad.
En segundo lugar, no debemos olvidar que esas expectativas que antes comentábamos están ineludiblemente influenciadas por las sociedad que nos rodea. Nuestros padres nos han mostrado una imagen del amor; el cine y la literatura se han encargado de generar las visiones más paradójicas, de lo más triste a lo más feliz, (quién no tiene alguna película o un libro que le ha marcado en este aspecto); Las experiencias personales y la vividas por personas cercanas (amigos conocidos, vecinos, etc) suelen alimentar o modificar nuestras expectativas sobre las relaciones de pareja y el amor; la música inyección de emociones en vena; en definitiva multitud de aspectos sociales que contribuyen a la definición personal del concepto del amor.
Y en último lugar nos encontramos con el elemento más peculiar de este concepto. El amor es una situación que depende de dos personas y empieza complicarse desde el mismo instante en que la otra persona se incorpora a nuestras vidas y crea una nueva idea personal del amor.
En realidad, la participación de otras personas en nuestro concepto del amor, debería enriquecernos pero solemos frustrarnos bastante cuando no se cumplen nuestras expectativas, sobre algo o sobre alguien. La pregunta en este punto es inevitable ¿Tenemos expectativas realistas sobre el amor y las relaciones de pareja?
En la mayoría de las casos tras un período de aprendizaje que suele darse en la adolescencia y que puede prolongarse más o menos en el tiempo, dependiendo de el grado de asimilación que tenga cada persona, solemos ajustar nuestras ideas sobre el amor y las pareja a una realidad más cotidiana. Desaparecen los príncipes azules y las mujeres perfectas. Si nosotros no somos perfectos por que esperamos que nuestra pareja lo sea, además ¿Qué hay perfecto? ¿Quién es perfecto?. Con la acumulación de experiencias nuestros esquemas mentales comienzan a entender la importancia de la opinión del otro y sobre todo la tolerancia y el respeto. Dejamos de lado nuestro “yo más infantil “en el que el otro debe cumplir todos nuestros deseos y nos dedicamos a buscar un equilibrio que supondrá mucho esfuerzo, y en algunos caso no se encontrará.
A estas alturas del artículo, alguien estará echando de menos “la química del amor”. Es cierto que el atractivo físico y personal tienen un papel importante en el enamoramiento, pero no olvide sus propias expectativas en forma de deseo. Esa química inicial se esfumará con facilidad si a partir de ese momento no existe algo mucho más sencillo de encontrar y por tanto de fomentar en un futuro, la “interacción”, es decir, el intercambio de cosas agradables entre los miembro de la pareja. Compartir ideas, poder hablar con alguien y sentirse escuchado, realizar actividades conjuntas (cenas, salir, bailar, etc) mantener relaciones sexuales, sorprender a la otra persona. ¿Todo eso es amor?
Es momento de hacernos algunas preguntas, para ver en que grado todos seguimos teniendo alguna que otra idea sobre el amor y la pareja poco realista.
|
La pareja (en sus diferente acepciones actuales) se convierte en uno de los vínculos sociales más común. Esto significa que la mayoría de las personas optan por intentar convivir con alguien para el resto de su vida, lo cual no resulta nada fácil en la mayoría de las ocasiones. La idea en si no es mala, porque los estudios demuestran que las parejas estables “armoniosas” aportan un factor de protección para la salud de los interesados, aunque del lado negativo, las parejas conflictivas suelen intensificar cualquier problema personal (ansiedad, depresión, inseguridad, etc) o generar patologías nuevas
En el amor y por extensión en la pareja uno de los errores fundamentales se encuentra en nuestras “ideas irracionales”, esas creencias personales sobre las cosas, que no tienen fundamento objetivo en la realidad, y que con el tiempo se convierten en mitos:
• Por mucho que alguien quiera a otra persona no puede saber en cada momento lo que piensa y siente. Por tanto, la comunicación de nuestras emociones será fundamental para que nuestra relación funcione.
• Cuando elegimos pareja lo hacemos sabiendo cuales son sus características personales (más o menos) positivas y negativas. Se supone que la balanza ha de ser positiva, pero es imposible eliminar todo lo que no nos guste de nuestra pareja. Deberemos aprender a convivir con lo bueno y con lo malo. En realidad nadie puede cambiar a nadie si éste no quiere cambiar.
• Otro de los errores comunes es pensar en hacer feliz a nuestra pareja a toda costa, incluso a costa de nuestra propia felicidad. Transigir está bien, hace más fácil la convivencia, pero no puede convertirse en una costumbre, por que si nosotros no estamos felices, como haremos que nuestra pareja este feliz, ¿Fingiendo?
• En algunas ocasiones las parejas se empeñan en hacerlo todo junto y lógicamente se acaban saturando. Conservar una parcela personal independiente (amigos, hobbies, etc) puede se una válvula de escape para los momentos de tensión, además de enriquecer y mantener las relaciones sociales. Esta parcela no debe interferir con el tiempo de la pareja lógicamente.
• Por último nunca no trate de solucionar sus problemas de pareja añadiendo una situación nueva, en muchos casos estresante y que supone una responsabilidad de por vida, como es el nacimiento de un hijo. Primero consiga que su relación sea saludable y luego decida si quiere tener un hijo o no.
Como habéis podido comprobar la respuesta adecuada a las preguntas antes planteadas era “no”. Si piensa que el amor es para siempre, lo ideal que era su pareja cuando comenzaban la relación y lo complicada que resulta la convivencia ahora , no olvide que vive rodeado de una serie de circunstancias sociales, laborales y personales que pueden afectarle en todo momento.
Cuando quiera realizar cambios en su relación porque siente que la cosa no va bien, recuerde que las parejas se sienten bien cuando intercambian cosas positivas entre ellos, ya sean palabras, emociones o hechos. Además no olvide:
• Cualquier cambio grande es la suma de pequeños cambios.
• No de por sentado lo que tiene que hacer su pareja, sólo sería una expectativa frustrada más. Puede que su pareja no piense lo mismo.
• Si anima a su pareja cuando haga algo agradable por usted, es más probable que lo vuelva a realizar.
El amor, la pareja y como no, el sexo, deben ser dinámicos, una materia en constante evolución que les permita adaptarse a los cambios externos e internos y afrontar los nuevos retos, disfrutando de los logros conseguidos.
“Hay que parecerse un poco para comprenderse; pero hay que ser un poco diferentes para amarse” Paul Géraldy
sábado, 21 de mayo de 2011
¿SABEMOS TANTO DE SEXO COMO CREEMOS?
Las relaciones sexuales son parte fundamental de nuestra vida y sin embargo desconocemos muchas de las claves para poder disfrutar del sexo con plena satisfacción. Desterrar ciertos mitos sobre el sexo y aprender con cada encuentro será el camino para conseguirlo.
Vivimos en una sociedad aparentemente moderna y liberal con todo tipo de avances tecnológicos, en la cultura del culto por el cuerpo, en la búsqueda del desarrollo personal y presumimos de todo lo que hemos evolucionado en muchos terrenos. Sin embargo, es paradójico, como todavía en esta época se producen un alto porcentaje de embarazos no deseados, los jóvenes entre 14 y 18 años solicitan de manera frecuente la píldora postcoital (píldora del día después) por haber mantenido relaciones sexuales sin preservativo y para colmo, en las encuestas, el 28% de la población entre 15-29 años reconoce que mantiene relaciones sexuales sin usar ningún medio anticonceptivo.
Todos tenemos la sensación de que nuestros jóvenes saben más de sexo que generaciones anteriores. No es extraño oír conversaciones en el metro, en los parques, incluso en el colegio de niños y niñas que hablan de encuentros sexuales, caricias, masturbación a edades aparentemente muy tempranas, 10-12 años.. Pero con un poco más de atención, podemos también percibir la cantidad de información errónea, incluso perjudicial, para su propia salud física y el desarrollo de una sexualidad sana, que estos niños y futuros adolescentes, se transmiten unos a otros o reciben de diferentes ámbitos, familiares, publicidad, revistas, televisión, etc.
En el ámbito sexual nos encontramos con un problema importante “la vergüenza, la timidez, el que dirán” por eso es habitual que en las encuestas o en cualquier pregunta sobre sexo, prime la apariencia social antes que el deseo o la preferencia personal. Sobre la cuestiones planteadas en el cuadro anterior hay que explicar que son mitos sexuales, es decir creencias irracionales basados en información equivocada. Por lo tanto las respuesta correcta a todas ellas será el no. Es habitual darnos cuenta de que algunos de estos “mitos sexuales” siguen estando con nosotros en la edad adulta. Podemos imaginarnos entonces la importancia de la información que tenemos entre nuestros amigos y el grado de asimilación real que hay de la misma.
La sexualidad del ser humano se desarrolla desde la infancia y es importante empezar a educar en unos “valores sexuales” sanos. Resulta fundamental hablar con naturalidad sobre el sexo, pero adaptando el lenguaje a la edad del niño, mostrar el afecto en la pareja sin que ello tenga que ser una muestra de sexo explícito, interesarnos por el tipo de información que le llega a nuestros hijos, en definitiva, reconocer que el sexo y la sexualidad son algo natural en la vida de todo ser humano. Algo que todos reconocemos en nuestro fuero interno pero que resulta más difícil expresar en el ámbito social que nos rodea.
Todas estos elementos pueden influir de manera muy negativa en los momentos de intimidad sexual, desde la adolescencia a la edad adulta. Podemos estar preocupados por si estaremos a la altura, por si se enfada cuando le diga que me gusta esto, por lo que se espera del rol masculino o femenino, o incluso por creer que tenemos un problema sexual ante la primera pérdida de erección, o falta de orgasmo.
Ni que decir tiene la importancia que una mala experiencia sexual puede tener en la autoestima de una persona, máxime si esa sensación de “fracaso” se repite en el tiempo. Lo cierto es, que la mayoría de esos “fracasos”, en su inicios, tienen más que ver con un mala información que un problema personal o físico. Este tipo de situaciones pueden convertirse en auténticos quebraderos de cabeza para padres, profesores y los propios adolescentes. Sólo tenemos que recordar lo que supone un embarazo no deseado, por el hecho de no emplear el preservativo ya que “el me dijo que no sentía lo mismo y yo accedí” o “no te preocupes que yo controlo y pongo la marcha atrás a tiempo” . |
En el lado más trágico de estas situaciones, los abusos sexuales amparados en el consumo de alcohol , el acceder a determinados tipos de relaciones sexuales para no ser rechazado, y un sin fin de situaciones que iremos planteando en sucesivas ediciones.
El interés por las relaciones sexuales, bien dentro del ámbito de la pareja, o en el contexto de encuentros esporádicos, queda demostrada en el grado de interferencia que éstas pueden crear en las personas y el elevado número de demandas de ayuda directas o indirectas que llegan a las consultas médicas y psicológicas. El bienestar físico y sobre todo el bienestar mental, está influido por la satisfacción en nuestros encuentros sexuales. Además una realidad mayor, como es la pareja, puede verse afectada de forma negativa si nuestros momentos de alcoba dejan de ser satisfactorios.
En la edad adulta toda la información recibida durante la adolescencia y durante nuestra madurez nos puede llevar a tratar de realizar posturas inverosímiles, mantenerna relación coital interminable, tener orgasmos como las mujeres de las películas, o cumplir con la frecuencia de encuentros que establecen las estadísticas. Las relaciones sexuales son va más allá de todo eso. Se trata de buscar la satisfacción personal y conseguir el disfrute de la otra persona. Cada encuentro sexual depende del estado emocional, la implicación en la relación, las apetencias, los deseos, los miedos y las preferencias. Si mantenemos una relación más o menos estable, la comunicación, la confianza y la experiencia mutua conseguirán que cada relación sea más fructífera. Es habitual mantener relaciones esporádicas y percibir que no había una conexión adecuada con nuestra cita sexual. No hay que olvidar tampoco que un gran número de mujeres no sintieron placer en las primeras relaciones sexuales durante su adolescencia, y tristemente, muchas siguen sin llegar a ese orgasmo con sus parejas estables en la edad adulta.
Otro factor que puede interferir en nuestra vida sexual es el ritmo frenético al que estamos sometidos en las grandes ciudades, largas jornadas de trabajo, estrés laboral, poco tiempo para compartir con la pareja, etc La excitación es como el sueño aparece cuando se dan las condiciones adecuadas, por tanto sólo tenemos que preparar un poco el ambiente, a la persona, y reducir todo lo que interfiera, prisas, estrés, y obligaciones, de esta forma permitiremos que nuestro cuerpo responda a algo para lo que está preparado por naturaleza.
Para finalizar recordaremos que aunque nuestro cuerpo, efectivamente, está preparado para el disfrute de las relaciones sexuales. Es necesario un aprendizaje previo que pasa por el conocimiento del propio cuerpo, algo que suele iniciarse en edades muy tempranas pero que tiene su momento álgido en la adolescencia con la masturbación y los primeros escarceos sexuales, y posteriormente por el conocimiento del cuerpo de nuestra pareja. Cada mujer y cada hombre nos mostraran un legado de nuevas experiencias de las que podemos aprender las particularidades de cada sexo y los matices de cada persona.
Como podemos observar la sexualidad se encuentra entrelazada con aspectos fundamentales para el desarrollo personal y social, por lo tanto no podemos escondernos cuando surjan problemas en este ámbito, si no tratar de solucionarnos para poder mejorar. Además no debemos olvidar la importancia que tiene para muchas personas la estabilidad emocional a la hora de mantener relaciones sexuales y lo que eso implica en el cuidado de la relaciones de pareja, la comunicación, la comprensión, el tiempo juntos, la dedicación personal, etc. El mundo de la pareja será otro de nuestros objetivos prioritarios.
¿Sabemos tanto sobre el sexo como creemos? ...
Yo me atrevería a decir que no; pero podemos aprenderlo. Y si alguien considera que sí, puede seguir aprendiendo aun más.
viernes, 6 de mayo de 2011
miércoles, 4 de mayo de 2011
huellas
Una noche en sueños vi que con Jesús caminaba,
junto a la orilla del mar bajo una luna plateada.
Soñé que veía en los cielos mi vida representada
en una serie de escenas que en silencio contemplaba.
Dos pares de firmes huellas en la arena iban quedando,
mientras que con Jesús andaba, como amigos, conversando.
Mirando atento estas huellas reflejadas en el cielo,
algo extraño observé Y sentí un gran desconsuelo.
Observé que algunas veces, al reparar en las huellas,
en vez de ver dos pares veía sólo un par de ellas.
Y observaba también yo que aquel sólo par de huellas
se advertía mayormente en mis noches sin estrellas,
En las horas de mi vida llenas de angustia y tristeza,
cuando el alma necesitaba más consuelo y fortaleza.
Pregunté triste a Jesús:
"Señor, tú no has prometido que en mis horas de aflicción
siempre andarías conmigo?. Pero noto con tristeza
que en medio de mis querellas, cuando más siento el sufrir,
veo un sólo par de ellas. Dónde están las otras dos
que indican tu compañía, cuando la tormenta azotó
sin piedad la vida mía?". Y Jesús me contestó
con ternura y comprensión:
"Escucha bien, hijo mío, comprendo tu confusión.
Siempre te amé y te amaré, y en tus noches de dolor,
siempre a tu lado estaré para mostrarte mi amor.
Mas si ves sólo dos huellas en la arena al caminar,
y no ves las otras dos que deberías notar.
Es que en tu hora afligida, cuando flaquean tus pasos,
No hay huellas de tus pisadas porque te llevo en mis brazos"
jueves, 28 de abril de 2011
imposible-improbable
La real academia define la palabra imposible como algo que no tiene ni facultad ni medios para llegar a ser o suceder, y define improbable como algo inverosímil que no se funda en una razón prudente. Puesto a escoger, a mi me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo supongo. La improbabilidad duele menos y deja un resquicio a la esperanza, a la ética. Que David ganara a Goliat era improbable pero sucedió. Un afroamericano habitando la casa blanca era improbable, pero sucedió. Que los baron rojo volvieran a tocar juntos era improbable, pero también sucedió. Nadal desbancando del número uno a Federer, una periodista convertida en princesa, el doce uno contra Malta. El amor, las relaciones, los sentimientos, no se fundan en una razón prudente, por eso no me gusta hablar de amores imposibles, sino de amores improbables.Porque lo improbable es por definición probable.Lo que es casi seguro que no pase,puede pasar.Y mientras haya una posibilidad ,media posibilidad entre mil millones de que pase,vale la pena intentarlo.
lunes, 21 de febrero de 2011
¿qué haces con tu tiempo?
¿Amas la vida? Entonces no malgastes el tiempo, porque ese es el material de que está hecha la vida.
Benjamín Franklin
Habida cuenta, de que el tiempo es un bien limitado e irremplazable…
Está bien tomar conciencia sobre ello, y decidir qué quieres hacer con tu tiempo, a menos que decidas que la vida lo haga por tí.
martes, 15 de febrero de 2011
Según la filosofía optimismo y pesimismo se contraponen.
Como estudiante de psicología, me encuentro frecuentemente con situaciones, donde amigos plantean situaciones vitales, que les requiere una respuesta.
Esa determinación, decisión o respuesta puede ser tomada desde el pesimismo o desde el optimismo.
Ante una situación difícil, molesta o fea, nos podemos pregutar:
¿qué es lo bueno de lo malo?
¿qué aprendizaje sacas de esta situación?
¿cómo saliste en otras ocasiones de situaciones similares?
Si el dolor, la molestia, el desánimo y la desesperanza te embargan, date tiempo… descansa, duerme, pasea, haz ejercicio, come bien, no bebas alcohol… Tiempo al tiempo…
Todo es para bien…
Cuando estés preparado o preparada decídete a salir de tu abatimiento, pide ayuda si la necesitas, y plantéate una META.
Desde la filosofía:
El término optimismo surge del latín “optimum”: “lo mejor“. El término fue usado por primera vez para referirse a la doctrina sostenida por el filósofo alemán Gottfried Wilhelm Leibniz en su obra Ensayos de Teodicea sobre la bondad de Dios, la libertad del hombre y el origen del mal (Amsterdam, 1710), según la cual el mundo en el que vivimos es el mejor de los mundos posibles.
Pesimismo (del latín pessimum, ”lo peor“), doctrina filosófica que sostiene (invirtiendo la tesis leibniziana) que vivimos en el peor de los mundos posibles.
Os dejo una canción, que habla de mirar lo bueno de lo malo.
Lo feo
(Teresita Fernández)
En una palangana vieja
sembré violetas para ti
y estando cerca del río
en un caracol vacío
cogí un lucero para ti.
En una botella rota
guardé un cocuyo para ti
y en una cerca sin brillo
se enredaba el coralillo
floreciendo para ti.
Basurero, basurero
que nadie quiere mirar
pero si sale la luna
tus latas van a brillar.
Alita de cucaracha
llevada hasta el hormiguero
así quiero que en mi muerte
me lleven al cementerio.
A las cosas que son feas
ponles un poco de amor
y verás que la tristeza
va cambiando de color.
sábado, 12 de febrero de 2011
miércoles, 19 de enero de 2011
Vivere ciò che ho fatto ieri, o cinque minuti fa non ti serve nulla, solo che quando si lascia questa vita di cui parli in passato, la maggior parte può essere rassicurati o quanto poco abbiamo fatto prima, ma che è capace di essere così lontano Sappiamo che non possiamo cambiare? tutti godere della stessa opportunità, i vantaggi più o meno, inconvenienti più o meno, ma tutto quello che facciamo, e mentre si sta calmi, trasmettere tutto questo al resto, e non mancherà voi né felicità , la fiducia e la fiducia in te.
martes, 11 de enero de 2011
¿qué es la felicidad?
Esa es una pregunta que ya la borré hace mucho de mi cabeza, justamente porque no sé responderla.
No soy el único. En el transcurso de todos estos años, he convivido con todo tipo de personas: ricas, pobres, poderosas y acomodadas. En todos los ojos que se cruzaban con los míos, siempre me pareció que faltaba algo – e incluyo a los guerreros, y a los sabios, gente que no tendría nada de qué quejarse.
Algunas personas parecen felices: simplemente, no se plantean el asunto. Otras hacen planes: tendré un marido, una casa, dos hijos, una casa de campo… Mientras se encuentran ocupadas realizando esa lista, son como toros embistiendo: no piensan, sólo avanzan. Consiguen su coche, a veces consiguen hasta su Ferrari, les parece que en eso consiste el sentido de la vida, y no se hacen nunca la pregunta de arriba. Pero, a pesar de todo, los ojos arrastran una tristeza de la que estas personas ni siquiera son conscientes.
Yo no sé si todo el mundo es infeliz. Lo que sé es que las personas están siempre ocupadas: trabajando más tiempo del que les corresponde, ocupándose de los hijos, del marido, de la carrera, del diploma, de lo que harán al día siguiente, de lo que hay que comprar, de lo que hay que tener para no sentirse inferior, etc.
Pocas personas me dijeron: “Soy infeliz”. La mayoría me dice: “Estoy de maravilla. Conseguí todo lo que quería”.
Entonces, les pregunto: “¿Qué es lo que te hace feliz?”
Me responden: “Tengo todo lo que cualquiera puede desear: familia, casa, trabajo, salud…”
Les pregunto de nuevo: “¿Alguna vez te paraste a pensar si eso era todo en la vida?”
Y responden: “Sí, eso es todo”.
Insisto: “En ese caso, el sentido de la vida es el trabajo, la familia, los hijos que crecerán y acabarán marchándose, la mujer o el marido que con el tiempo se transforman más en amigos que en auténticos enamorados. Y el trabajo terminará un día. ¿Qué harás cuando llegue ese momento?”
Llegados a este punto, no me responden. Se van por las ramas. Pero siempre queda algo escondido: el empresario que aún no hizo el negocio que soñaba, el ama de casa a la que le gustaría disponer de más independencia y más dinero, el que acaba de conseguir su título en la facultad se pregunta si fue él quien escogió sus estudios o si alguien los eligió por él, al dentista le habría gustado ser cantante, el cantante hubiera querido ser político, el deseo del político era ser escritor, y el escritor es un labrador frustrado.
En la calle donde escribo esta columna y observo a las personas que pasan, apuesto a que todo el mundo esta sintiendo lo mismo. Esta mujer tan elegante dedica sus días a intentar parar el tiempo, controlando la báscula, porque piensa que de eso depende el amor. En la acera de enfrente se ve a una pareja con dos niños. El hombre y la mujer viven momentos de intensa felicidad cuando salen a pasear con sus hijos, pero al mismo tiempo el subconsciente se preocupa del empleo que podría faltar un día, de las tragedias que pueden llegar en cualquier momento, y piensa en cómo librarse de ellas, cómo protegerse del mundo.
Hojeo las revistas de famosos: todo el mundo riéndose, todo el mundo contento. Pero como frecuento este medio, sé que la realidad es otra: todos aparecen riendo o divirtiéndose en la foto, en aquel momento, pero por la noche, o por la mañana, la historia es diferente. “¿Qué voy a hacer para seguir apareciendo en las revistas?” “¿Cómo voy a disimular que ya no tengo el dinero suficiente para mantener esta vida de constantes lujos?” O “¿Cómo hago para aumentar mi lujo, para hacerlo más llamativo que el de los demás?” “La actriz con la que aparezco en esta foto, riéndonos las dos, celebrando algo, ¡mañana me puede robar el papel!” “¿Estaré mejor vestida que ella? ¿Por qué sonreímos, si nos detestamos?”
En fin, me quedo con los versos de Jorge Luis Borges: “Ya no seré feliz. Tal vez no importa. Hay tantas otras cosas en el mundo”.
sábado, 8 de enero de 2011
Angeles
Me siento y espero
Hay un ángel contemplando mi destino.
¿Y ellos saben
los sitios a los que iremos
cuando seamos viejos?
Por eso me han dicho
Que esta salvación tiene sus alas cerradas
Por eso cuando estoy acostado en mi cama
Pensamientos corren por mi cabeza
Y yo siento que este amor está muerto
Amo a los ángeles en vez de eso
Y a pesar de todo
él me ofrece protección
mucho amor y afección
aunque esté acertado o equivocado
Y debajo de la cascado
donde quiera que él pueda tomarme
sé que la vida no me romperá
cuando vaya a llamarla
Él no me olvidará
Amo a los ángeles en vez de eso
Cuando me siento débil
Y mi pena me dirige a una calle de un solo camino
Miro por encima
Y se que yo siempre he sido bendecido con el amor
Y crece el sentimiento
Él respira carne a mis huesos
Y cuando el amor esta muerto
Amo a los ángeles en vez de eso
martes, 4 de enero de 2011
G.G.M.
|