martes, 31 de mayo de 2011

Si no tengo pareja... ¿es un fracaso?

Todos conocemos a personas que muestran un malestar derivado de esta situación: no tener pareja. Ocurre como un hecho puntual tras una ruptura, o bien como una circunstancia mantenida en el tiempo, siendo la soltería un estado con el que con mayor o menor agrado cada uno se identifica. Dicen las estadísticas que el once por ciento de la población española vive sola.

No tener pareja es una opción que en ocasiones es elegida y en otras no. Las circunstancias personales y la manera de ser de cada uno favorecen el resultado final, por eso se pueden los siguientes casos:

  • Los que prefieren no comprometerse con una pareja pueden enlazar relaciones no duraderas pero sí satisfactorias. Su estado emocional dependerá normalmente de tener una buena red social (amigos) y una buena planificación de objetivos y actividades.
  • Los que se han acostumbrado a su intimidad y les cuesta dejar que otro interrumpa su cotidianidad, en ocasiones por los horarios profesionales, frecuentes viajes…
  • Los que por su timidez les cuesta conocer a alguien e intimar lo suficiente como para dar pie para que surja una relación de convivencia. Si no se realizan actividades que nos acerquen a otras personas es complicado despertar la atracción.
  • Los que eligen mal, quizás por necesidad, quizás por la ilusión inicial, quizás por amoldarse al otro como forma de darle una oportunidad, pero el tiempo acaba mostrando la incompatibilidad entre ambos.
  • Los que tienen algún tipo de enfermedad que restringe sus movimientos o aquellos que padecen trastornos psiquiátricos de diferente gravedad. La capacidad de relacionarse es baja y por tanto la probabilidad de encontrar pareja también lo es.

Centrémonos en algunos consejos para hacer frente a estas circunstancias de vida cuando se viven con malestar:

  • Es importante sentirse bien con uno mismo para sentirnos cómodos con los demás. Hay que plantearse aficiones, retomar o empezar actividades que nos resulten agradables. Si no las encontramos, sería bueno aventurarse e intentar probar alguna que aunque luego no nos guste… quizás acabemos dando con la que más o menos nos llene. Cualquiera vale: clases de tenis, ajedrez, senderismo, gimnasio, talleres de literatura, curso de cata de vinos, una ONG o el cada vez más utilizado internet.
  • Debemos cuestionarnos algunos miedos e inseguridades, ¿es tan malo irse solo al cine a ver una peli, a un museo, a una exposición o a dar un paseo por un parque?
  • Cuantos más apoyos sociales seamos capaces de generar mejor nos sentiremos, es un factor protector muy importante a la hora de ser capaz de disfrutar de la soltería y también de la convivencia en pareja.
  • Cuidado con dejarnos llevar por la autocompasión, es poco probable que consigamos sentirnos mejor.
  • Cuidado con analizar a todo el mundo como una posible pareja. Si hacemos esto es más fácil desilusionarse porque es difícil encontrar a alguien “perfecto” desde un primer momento

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