jueves, 30 de julio de 2009

Sentido a la vida...

A veces uno piensa que los sueños pueden convertirse en realidad. Otras veces, cuando las cosas no van bien, perdemos toda nuestra ilusión por conseguirlo. Lo cierto es que en la vida todo el mundo tiene sueños, unos más alcanzables que otros. Pero en alguna ocasión, a veces cuando menos lo esperas, de pronto suena la flauta, y aquello que has soñado durante toda tu vida, aparece, y entonces todo cambia y se vuelve de color.


Debo decirme cada día: ESTOY AQUI PARA SER FELIZ.


No te entretengas en tonterías que las hay, y vete a buscar lo que te haga feliz que el tiempo corre muy deprisa. He vivido 102 años y te aseguro que lo único que no te va a gustar de la vida es que te va a parecer demasiado corta. Estás aqui para ser feliz.

miércoles, 29 de julio de 2009

Por la tarde, 4:15 horas

El sol en el mirador; un aligera brisa corre por el blanco jazmín. ¿Lo ves? Ahora ha empezado otra vez un nuevo día para mí. ¿Cuántas veces van desde hoy por la mañana? Me quedo todavía diez minutos con el jazmín, luego me iré en la bicicleta que tenemos permitida a casa de mi amigo, que lleva seis meses en mi vida. Aunque me da la sensación de que lo conozco ya desde hace mil años, a veces de pronto me parece tan nuevo que de la sorpresa me quedo sin respiración. Ah sí, ese jazmín. Cómo es posible, Dios mío, que se encuentre ahí en medio de la pared despintada de los vecinos de atrás y del garaje. Aparece en medio de la oscuridad grisácea y fangosa, intacto y resplandeciente. No entiendo nada del jazmín. Tampoco es necesario entenderlo. Incluso en este siglo XX se puede todavía creer en milagros. Y yo creo en Dios, también cuando dentro de poco en Polonia me hayan devorado los piojos.



Juliana de Norwich

martes, 28 de julio de 2009

Sin Piedad

La nueva Pietá es un africano que camina por la playa de Tarifa con un compañero de desdicha en sus brazos, o un voluntario de Cruz Roja que carga sobre sus hombros con el cuerpo exhausto de un inmigrante. La nueva Dolorosa es un palestino que asiste desesperado a la agonís del hijo a quien no vera resucitar, ni al tercer día ni nunca. Pero no hay piedad ni dolor en el mundo para esos cristos recien sacrificados por su insolncia de pretender caminar las aguas que les separan del nivel de vida de sus explotadores y verdugos.

Occidente creo a Israel para que contuviera a lo árabes y es tan culpable de lo ocurrido como los que disparan. Me pregunto si Occidente no querra otro Israel al sur de Europa. No hay piedad en quienes tiene cuajo de llamar guerra a lo que es el aplastamiento brutal de una rebelión justificada, ni quienes llaman invasión a esa oleada de esperanza que nos llegade África.

Señores Zapatero, Bono y compañía: menos ir a misa y mas misericordia.

sábado, 11 de julio de 2009

*para la fecha de caducidad...

No te enamores nunca, no te enamores jamás,
que tu sonrisa de niña se puede empañar
con lágrimas frías que nunca se secarán.
El amor es algo serio que te puede destrozar,
que te puede dar la vida o te la puede quitar,
y por mucho que te diga sé que caso no me harás,
se que conocerás a alguien que será muy especial
y sin saberlo de él te enamoraras.
Tu corazón pequeñito poco a poco se abrirá
y sentirás nuevas emociones que quizás nunca entenderás.
Un día vendrá a hablarte de cosas que no abras oído jamás.
Te besará despacito y el día que eso pase tu mundo cambiará.
Le verás maravilloso y en ese mundo de cristal solo dos podréis estar.
Mires por donde mires su rostro allí verás, su pelo, su forma de mirar....
pero un día ese mundo se derrumbará, te quedarás sola y con ganas de llorar,
le verás con sus amigos y te costará saludar.
Tus ojos y los suyos se querrán encontrar.
Al cabo del tiempo con otra chica le veras
y recordarás viejos tiempos en que tú no parabas de llorar.
Tus amigas te querrán ayudar.

Te presentarán a alguien que para ti será especial.

Te gustarán sus ojos...su forma de mirar...

y poco a poco te volverás a enamorar.

jueves, 9 de julio de 2009

Mañaneo de resaca...

Mi táctica es mirarte, aprender como eres, quererte como eres.

Mi táctica es hablarte y escucharte, construir con palabras un puente indestructible.

Mi táctica es quedarme en tu recuerdo, no sé como ni sé con que pretexto pero quedarme en ti.

Mi táctica es ser franco y saber que eres franca y que no nos digamos mentiras para que entre los dos no haya telón ni abismos.


Mi estrategia es, en cambio, más profunda y más simple.

Mi estrategia es que un día cualquiera, no se como ni se con que pretexto, por fin me necesites.






" Cuantas veces con el semblante de la devoción y la apariencia de acciones piadosas engañamos al mismísimo diablo. "

miércoles, 8 de julio de 2009

3msc

-¿Sí?
-Hola
Permanece por un momento en silencio sin saber qué decir, dejando que su corazón corra desatado. Hacía ya más de dos meses que no latía así. Luego viene la pregunta banal:
-¿Cómo estás?
Le siguen muchas más, llenas de entusiasmo. Poco a poco, lo va perdiendo, al oír sus palabras inútiles, llenas de noticias urbanas, de novedades de interés ya caduco, al menos para él. ¿Por qué habrá llamado? Escucha aquella vana cháchara sin dejar de hacerse ni por un momento la misma pregunta. ¿Por qué habrá llamado? Se entera de golpe.
-… Estoy saliendo con otro.
Enmudece, sintiéndose golpeado como no lo ha sido nunca. Entonces, haciendo un esfuerzo, busca su vos, la encuentra allí, en el fondo de su corazón, y la obliga a salir, a controlarse.
-Espero que seas feliz.
Después, nada más, el silencio. Aquel teléfono mudo. No puede ser. Es una pesadilla. Desearía poder dar marcha atrás en el tiempo y detenerse en vilo en aquel momento, justo antes de saberlo, y ahí dejar de vivir, de ir hacia delante. En un mágico y terrible equilibrio. Solo en la cama, víctima de sus pensamientos, de hipótesis, de ideas vagas e imprecisas. Caras de personas apenas vislumbradas, posibles amantes, aparecen y entremezclan prestándose unas a otras narices, ojos, bocas, cuerpos. Se la imagina en brazos de otro. Su cara junto a la de aquel hombre imaginario pero que, desgraciadamente, existe. Entonces la ve sonreír. Cómo habrá sido su primer abrazo, su primer beso. La imagina en casa arreglándose nerviosa antes de salir, probándose vestidos, combinando colores, llena de entusiasmo, de novedad. Oye su corazón latir al oír el telefonillo. La ve salir guapísima del portal, tan guapa como lo estuve muchas de las veces que salió con él, aún más ahora que lo ha dejado. La ve subir en un coche que, con toda seguridad, será caro, saludar a un tipo divertida con un beso en la mejilla y alejarse charlando con él. Frescos y chispeantes, rebosantes de cosas fáciles que decirse, saboreando el perfume del otro y las fantasías comunes. Después, una cena de miradas y atenciones, de sonrisas educación, una cena con el escenario adecuado. Más tarde, la ve pasear por algún otro lugar de la cuidad, lejos de él, de su vida, de la infinidad de recuerdos. La ve apartarse el pelo como hacía siempre cuando salían juntos, solo que ahora lo hace para otro, la ve sonreír y, lentamente, ve también cómo sus labios se acercan. Entonces sufre como nunca antes lo había hecho. ¿Por qué si hay un Dios, lo ha permitido? ¿Por qué no la ha detenido? ¿Por qué no la ha hecho ver en ese momento algo mío, algo espléndido, el más hermoso de los recuerdos, todo el amor que hemos compartido? Lo que fuera con tal de impedir que cobrara vida un extraño futuro, que aquel beso viera la luz. Demasiado tarde.

El coche pasa veloz por delante de él. Pero no lo suficiente como para impedir que sus miradas se crucen. En ese fugaz instante que los une de nuevo, se lo cuentan todo, sufren juntos por una infinidad de cosas. Ella está detrás de aquella ventanilla eléctrica. Se persiguen todavía un último momento con sus viejos recuerdos, con una nueva tristeza. Luego desaparece en el interior de la urbanización. ¿Por qué? ¿A dónde han ido a parar todas aquellas tardes, aquellas noches que pasaron juntos aprovechando que sus padres habían salido? Ahora ella sale con ese. ¿Quién coño es? ¿Qué tiene que ver con su vida? ¿Con nuestra vida? ¿Por qué?

martes, 7 de julio de 2009

Aprendiendo

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender…

Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes… y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.

Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema.

Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende… y con cada día uno aprende.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.

Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.

Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla.

Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistadas falsas.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar… cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.

Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.

Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.

Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.

Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.


Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo…

lunes, 6 de julio de 2009

A veces

A veces, sólo a veces el viento sopla en mí.
A veces, sólo a veces puedo el silencio oír.
A veces, sólo a veces oigo a la mar cantar.
A veces, sólo a veces vuelvo la vista atrás.

Nunca, esperanza, te alejaste de mí.
Nunca, mi amiga, te apartaste de aquí.
Siempre, en tu silencio, luciendo tu brillar.
Siempre, presente, cual gaviota en la mar.

Si el amor ha volado, que no quede,
si el amor se ha marchado, que no apene.
Si el amor, con amor pesar consiente
no es amor sino dolor viviente.

Si el amor se ha quedado, que no vuele,
si el amor no ha marchado, que se apegue
que el amor es amor y amando debe
amar al que no amó y al que amar quiere.

domingo, 5 de julio de 2009

Soneto a la Esperanza

¿Qué será sentirse amado en la vida?
¿Qué será no sufrir por ti o por mí?
¿Dónde escondo la esperanza que perdí
en una calle cruel, oscura y sin salida?

Si la tuve alguna vez fue confundida,
al fiarme del mundo que perdí,
al no querer mirar lo que ya vi,
guardandote cual preso en su guarida.

Algún día mi vida amanecida
ya hace tiempo como un rayo de sol
podrá alumbrar la tarde oscurecida.

Algún día su vida, en el dolor
besará mi cabeza con su herida,
para que mi esperanza se haga amor.