domingo, 28 de febrero de 2010

Sin ti, diferente.


Hay un cajón de madera donde desordenadas huyen un montón de hojas secas, huyen hojas que escribí un día. Cuando tenga ganas, cuando tenga algo de alegría volveré a mi casa abandonada donde vive algo de mí todavía. Pero sé que estoy muy lejos, no voy a dejar de mirarme al espejo, por mucho que salga la luna no voy a dejar de mirarte. Ahora que te tengo delante me resultas tan sorprendente, me sublimo al acercarme y me vacío al perderte.

Algún día, algún día podrás saber quién soy, ahora no me atrapo ni con red, me late demasiado el corazón para no descubrirme. Vida mía, perdona si no te presto atención, ¿no ves que vivo en Babia? Y qué, quita ya de encima tu caparazón y déjame, déjame. Aunque sé que es lo mismo de antes ya no me atrevo a mirar al frente, te cojo la mano y llevas guantes, ya no me miras tan fijamente. Y quisiera que al acostarme me sienta algo diferente, sin ti diferente.

2 comentarios:

  1. Babia no está tan lejos!


    me encanta esta entrada, pero la anterior me gusta más aún!
    lo que más me gusta de tu blog es que la música no molesta para leer!

    ResponderEliminar
  2. Esta entrada es, sencillamente, una obra maestra.

    ResponderEliminar