jueves, 18 de febrero de 2010

"¿por qué no bajamos andando?"


El "guerrero" joven tiene prisa por hacerlo todo, está que se sale, sobre entrena, jamás atisba sus límites y no sabe dosificar sus fuerzas. Es posible que incluso pronto se canse y abandone, por hartazgo, por haber agotado sus fuerzas...


El otro dia mi maestro de Yoga hizo referencia a esto, y en mitad de la explicación nos deleitó con el siguiente chiste, vulgar en la superficie y significativo si le dedicas un par de pensamientos. Aquí os lo dejo. Gracias Sensei:


Están un toro y su hijo en lo alto de una colina contemplando una manada de vacas que estaban en la ladera de la misma cuando el hijo le preguntó al padre:

- Papá, ¿por qué no bajamos corriendo y nos follamos una vaca?

A lo que el padre contesto.

- Y¿ por qué no bajamos andando y nos follamos a todas?



Se puede perder mucho impulso si no se dosifican las fuerzas. La impaciencia, las ganas de conseguir todo lo que te propones ya... puede ser algo que te pise siempre los talones. Es cuestión de tiempo que si das los pasos correctos el resultado venga a ti solo. Los sueños que de verdad merecen la pena, merecen cultivo. Las metas rápidas pueden dar satisfacción como una chuchería satisface el paladar mientras aguanta en tu boca. La verdadera meta, es ahora, está aquí. Tus mayores sueños ya están siendo logrados, si sientes que estás haciendo lo que quieres hacer para lograrlos.

¿Para qué perseguirlos? ¿Acaso están huyendo?

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