¿Qué hace aflorar el sentimeinto de fracaso o de culpa al finalizar una relación? “¿Estoy haciendo algo mal?” nos podemos preguntar. Seguramente si, seguramente sea posible mejorar unas cuantas cosas como amante, persona, padre, amigo… pero el craso error, la premisa que más tarde puede condenar, es desde la que la mayor parte de las personas que inician una relación parten: EL ENAMORAMIENTO ES ETERNO. Y no es de extrañar que así se sienta, en los exuberantes estadíos primeros de la relación.
Sin embargo las estadísticas de emparejamiento apuntan en otra dirección, tanto así que en Alemania se hacen contratos matrimoniales renovables a los X años. Poco a poco se toma conciencia de que el estado inicial tiene finitud.
¿Qué podemos decir que SI ocurre?
Lo hemos sentido, hemos amado con locura y también ha llegado el momento de finalizar.
Hubo un momento en que se coincidio en el tiempo y en el espacio, en los proyectos e intereses, las trayectorias de dos personas se encontraron, y de la misma forma existe las posibilidad de que se bifurquen.
Si evitamos partir de la falsa premisa de la eternidad, (Que no imposible), estaremos evitando el fracaso y la culpa. Estaremos viviendo el presente dejando atras algo que nació, vivió y pereció.
Odio que tengas razón. Odio que todo tenga final. Sigo pesimista, prometo que el próximo libro que lea será una comedia..., o acabaré suicidándome.
ResponderEliminarPor cierto, me gustaba cuando tenías la canción de favola, era característica de tu blog.
Un bacio!